El impacto de la inteligencia artificial generativa en la educación
La inteligencia artificial generativa en la educación ya está marcando un antes y un después. La inteligencia artificial (IA) ha irrumpido con fuerza en el ámbito educativo y todo apunta a que su presencia ha llegado para quedarse. En particular, la IA generativa —capaz de crear contenidos, personalizar experiencias y automatizar tareas— está empezando a redefinir estructuralmente la educación en todos sus niveles, desde la escuela primaria hasta la universidad y la formación profesional continua.
Lo que hasta hace poco parecía ciencia ficción es hoy una realidad en numerosos centros educativos. La inteligencia artificial generativa en la educación está transformando estos espacios, impulsando nuevos métodos de enseñanza y aprendizaje. Herramientas como ChatGPT, Claude, Perplexity o Gemini han abierto una nueva etapa en la que la personalización del aprendizaje, la eficiencia operativa y la automatización de procesos son ya tres de los principales vectores de transformación.
Pero junto a estas oportunidades emergen también riesgos importantes que exigen una respuesta ética, pedagógica y estratégica. Sobre este escenario reflexionamos desde Abilways tuvimos la oportunidad de participar como ponentes en la jornada TertulIA_UAM: Pedagog+IA. Impacto de la IA en la Enseñanza, organizado por la Fundación Universidad Autónoma de Madrid (FUAM) y Madrid Network. Un espacio en el que compartimos, junto a otros expertos, nuestras principales conclusiones sobre el impacto real de la inteligencia artificial en el sistema educativo.
Estamos viviendo un cambio de época, pero… ¿Cómo afrontamos esa transformación?
De nuestra intervención en la jornada, destacamos algunas conclusiones que consideramos fundamentales para abordar este momento de transición educativa impulsada por la inteligencia artificial:
- Estamos viviendo una transformación tecnológica sin precedentes, y el sector educativo debe afrontarla con agilidad, responsabilidad y visión a largo plazo.
- La IA en la educación representa una gran oportunidad para el profesorado, ya que mejora la productividad docente y permite avanzar hacia modelos de aprendizaje más personalizados y eficientes.
- Pero también existen riesgos. Un uso descontrolado por parte del alumnado, sin la debida supervisión, puede comprometer el desarrollo del pensamiento crítico y los objetivos pedagógicos.
- La transformación educativa debe impulsarse desde todos los frentes: la administración pública, el tejido empresarial y la ciudadanía.
- Si no actuamos con rapidez, corremos el riesgo de quedar rezagados frente a países que ya están integrando la IA de forma estructural en sus sistemas educativos.
¿Qué puede aportar la inteligencia artificial generativa en el aula?
Según el Libro Blanco «Inteligencia Artificial y Educación» (Educapital, 2024), el uso de tecnologías de IA en el ámbito educativo está en expansión acelerada, con previsiones de que solo el mercado de aprendizaje personalizado mediante IA alcance los 48.700 millones de dólares en 2032. Esta tendencia está transformando el diseño pedagógico, la interacción con el alumnado y los modelos de evaluación.
Las principales aplicaciones que ya están disponibles y en uso incluyen:
- Automatización de tareas repetitivas, como la corrección de ejercicios, la elaboración de informes o la generación de contenidos didácticos adaptados.
- Creación de itinerarios formativos personalizados a partir del rendimiento, estilo de aprendizaje, intereses y progresión del alumno, lo que permite una atención más ajustada a sus necesidades.
- Tutores virtuales basados en IA, disponibles 24/7, que permiten estudiar de forma autónoma y flexible. Plataformas como Knowunity o Sizzle.ai están impulsando esta funcionalidad con asistentes que explican, resumen y acompañan al estudiante en su proceso.
Uno de los grandes avances que aporta la IA generativa es su capacidad de adaptación en tiempo real. Mediante el análisis de datos del propio proceso de aprendizaje, los sistemas pueden detectar dificultades y ajustar automáticamente los recursos y ejercicios que necesita cada estudiante.
Además, esta tecnología:
- Mejora la accesibilidad al aprendizaje para personas con discapacidad visual, auditiva o dislexia.
- Permite ofrecer retroalimentación instantánea, algo clave en entornos de formación continua.
- Aumenta la motivación del alumnado, al permitir avanzar a su ritmo y con materiales relevantes.
La Guía visual sobre el uso de IAGen de la UAM destaca nuevas posibilidades como:
- La generación de materiales docentes complementarios, como glosarios, resúmenes de temas complejos, ejercicios adaptados a diferentes niveles o situaciones de diversidad funcional.
- La planificación eficiente de clases, diseño de actividades de evaluación y creación de rúbricas personalizadas con apoyo de IAGen.
- El acompañamiento del estudiantado en la redacción de prompts eficaces y el uso crítico de los contenidos generados por la IA.
Sin embargo, como subraya la guía, la IA no reemplaza la capacidad pedagógica, la creatividad ni la interacción humana. Se trata de herramientas que pueden reforzar el aprendizaje si se integran de forma adecuada y crítica en la metodología docente.
¿Qué pasa con los riesgos? Dependencia, desinformación y automatización mal entendida
Aunque las ventajas de la IA generativa son notables, los documentos analizados advierten sobre riesgos concretos que deben ser abordados con responsabilidad:
- Generación de información incorrecta o falsa: según la Guía visual sobre el uso de IAGen de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), las IAGen pueden generar contenidos que aparentan coherencia y veracidad, pero que contienen errores, imprecisiones o sesgos que solo un experto puede detectar. Esto afecta especialmente a referencias bibliográficas, datos científicos o citas textuales.
- Dependencia cognitiva del alumnado: tanto la “Guía” como el informe «La inteligencia artificial en las universidades: retos y oportunidades» de 1MillionBot (2024) advierten que un uso acrítico y excesivo de estas herramientas puede debilitar el desarrollo del pensamiento crítico, la autonomía intelectual y la capacidad de análisis.
- Desmotivación del profesorado: si las decisiones institucionales priorizan la automatización por encima del criterio pedagógico, puede producirse una pérdida de sentido profesional, al reducir el papel docente a una figura de supervisión pasiva.
- Uso no transparente o poco ético: los documentos señalan la necesidad urgente de definir políticas claras sobre el uso permitido de estas herramientas, tanto en tareas evaluables como en procesos de aprendizaje. La falta de directrices puede derivar en desigualdades, malas prácticas o conflictos disciplinarios.
- Desigualdades de acceso y brecha digital: el Libro Blanco de Educapital subraya que no todos los centros educativos ni estudiantes tienen las mismas condiciones de acceso a estas tecnologías, lo que puede aumentar la brecha entre colectivos y territorios.
La IA generativa no es neutral. Su impacto depende del contexto de uso, de la formación del profesorado, del marco ético que se defina y de la capacidad crítica del alumnado. Integrarla con responsabilidad implica acompañar, formar y regular su aplicación desde una perspectiva educativa, no solo tecnológica.
Liderar el cambio desde dentro (y fuera) de las instituciones educativas
La integración efectiva de la inteligencia artificial generativa en el sistema educativo no puede depender únicamente de la voluntad o iniciativa de los centros educativos. Se trata de una transformación estructural que debe ser impulsada desde múltiples niveles: la administración pública, el tejido empresarial, las instituciones educativas y la sociedad civil. Todos los actores implicados tienen la responsabilidad de garantizar que el uso de la IA esté alineado con los principios de equidad, calidad y sostenibilidad.
Desde la administración pública, es necesario:
- Desarrollar políticas educativas claras y actualizadas sobre el uso responsable de herramientas de IA.
- Establecer marcos normativos y éticos que orienten su aplicación en contextos formativos.
- Financiar proyectos de innovación pedagógica y dotar a los centros de recursos tecnológicos adecuados.
Desde las instituciones educativas, se requiere:
- Fomentar una cultura organizativa abierta a la experimentación pedagógica con IA.
- Promover formación transversal y continua en competencias digitales e inteligencia artificial para todo el personal docente y técnico.
- Incorporar criterios de evaluación del impacto en la calidad del aprendizaje, el bienestar del alumnado y la cohesión institucional.
La incorporación de la IA generativa no debe entenderse como una simple adopción tecnológica, sino como una redefinición del propósito educativo en la era digital. Liderar este cambio requiere colaboración intersectorial, recursos estables y marcos formativos sólidos.
Para integrar la IA generativa de forma estructural, los centros educativos deben:
- Establecer políticas claras de uso responsable de herramientas de IA.
- Ofrecer formación continua y transversal a su comunidad docente y técnica.
- Apostar por la transformación metodológica, no solo tecnológica.
- Diseñar mecanismos de seguimiento y evaluación del impacto en la calidad del aprendizaje.
Su impacto depende del contexto de uso, de la formación del profesorado, del marco ético que se defina y de la capacidad crítica del alumnado. Integrarla con responsabilidad implica acompañar, formar y regular su aplicación desde una perspectiva educativa, no solo tecnológica.
Formar en tiempos de Disrupción
La inteligencia artificial generativa está reconfigurando el ecosistema educativo. No se trata únicamente de incorporar nuevas herramientas o adoptar tecnologías emergentes, sino de repensar profundamente los métodos, los roles docentes y los objetivos formativos en un mundo interconectado, automatizado y en constante transformación.
Esta disrupción plantea preguntas clave: ¿Qué significa enseñar en la era de los algoritmos? ¿Cómo preservar la dimensión crítica, ética y humana del aprendizaje? ¿Qué competencias deben adquirir los profesionales de la educación para liderar esta transición?
En este escenario, la formación se convierte en el pilar central de la transformación educativa. Sin un profesorado preparado, informado y empoderado, cualquier estrategia tecnológica está condenada a ser superficial o contraproducente.
Desde Abilways, creemos que formar a los equipos educativos no es una opción, sino una condición imprescindible para garantizar una educación de calidad, inclusiva, personalizada y alineada con los desafíos del siglo XXI. Apostamos por un enfoque que combine la comprensión pedagógica de la IA, la reflexión crítica sobre su uso, y el liderazgo estratégico necesario para guiar el cambio desde dentro de las instituciones.
Frente a una inteligencia artificial que avanza a gran velocidad, solo una inteligencia educativa sólida, ética y colaborativa podrá garantizar que esta revolución beneficie realmente a toda la comunidad educativa.
Fuentes
- Educapital (2024) – Libro Blanco: Inteligencia Artificial y Educación
- 1MillionBot (2024) – La inteligencia artificial en las universidades: retos y oportunidades
- Universidad Autónoma de Madrid (2024) – Guía visual sobre el uso de IAGen
- Fundación Universidad Autónoma de Madrid (FUAM) y Madrid Network – Jornada TertulIA_UAM: Pedagog+IA. Impacto de la IA en la Enseñanza
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